Sabemos que llevas toda la temporada entrenando, pero es importante recordar, a la hora de tirarnos al mar, que hay ciertos aspectos de los que debemos ser muy conscientes para que nuestro nado sea más fluido y efectivo.
- Es básico mantener en equilibrio la posición del cuerpo durante el nado.
- Se tiene que tener muy bien fijada la posición de rolido, con un brazo delante durante la brazada del contrario.
- El trabajo de posición se tiene que hacer tanto dentro como fuera del agua. Trata de tomar mayor conciencia y de reforzar el cuerpo con el trabajo de Core.
- Cuantas más olas y más fuertes son las corrientes más sufrirán las personas con nados inestables, lo que se traduce en el conocido serpenteo del cuerpo y frecuencias de brazos muy altas.
- El neopreno actúa como desestabilizador. Evidentemente es una tremenda ayuda para la flotabilidad, lo que conlleva muchas ventajas, pero hay que saber controlarlo. Para trabajar este control en la piscina, un buen ejercicio sería nadar con una tabla entre las piernas y notar que ésta no va dando bandazos.