El invierno es quizá la temporada más dura para utilizar la bici. No dejes que el barro y la lluvia te frenen a la hora de disfrutar de la bici.
GUARDABARROS
Es obvio, pero no podemos olvidar que los guardabarros te protegerán del barro. Los mejores guardabarros son aquellos que van montados en la horquilla para proteger tu cara y ojos, mientras que el trasero mantendrá la parte trasera seca.
NEUMÁTICOS
Los neumáticos son algo muy personal y varían mucho en precio, pero lo ideal es que te decidas por unos que tengan unos buenos tacos, bien separados entre sí, que te ayuden a atravesar el barro y que éste no se quede luego pegado a la goma.
Pedales planos
Si eres más eficaz en los virajes y en los saltos, ello te permitirá superar los malos hábitos y ser un piloto de más nivel. Los pedales planos ofrecen menos espacio para que se deposite el barro y son más fáciles de limpiar y mantener.
Espuma
Es una espuma especial que se usa mucho en las motos. No sólo protege tu bici, sino que le da una imagen muy profesional. Se puede cortar y poner en todos los agujeros para evitar que se deposite el barro. Algunos también la ponen en el tubo inferior del cuadro pero quizá eso es mejor dejarlo para las carreras.
Una buena limpieza
Una buena limpieza te evitará una cara factura cuando lleves la bici a hacerle el mantenimiento en primavera. La transmisión sufre mucho en invierno, y asegúrate de que ruedas, cambio y todo lo que se mueve esté limpio. También es esencial mantener en buen estado los retenes de la suspensión, además de los frenos.
Pastillas de freno
Si quieres rizar el rizo, aquí tienes un consejo más. Cuando llueve lo ideal es montar pastillas de freno metálicas. El metal (a diferencia de lo orgánico) es un material que en las pastillas de freno quizá no ofrezca tanto tacto pero se calienta antes por lo que los frenos funcionarán desde la primera curva, en vez de a mitad del descenso del sendero.