Al inicio de la Fórmula 1 utilizaban elementos químicos como el alcohol, benceno y hasta incluso carburante de avión, hoy en día se utiliza un combustible muy parecido al que utilizamos para nuestros carros. De hecho, la mezcla de carburante de la F1 primitiva era tan potente que el motor de los vehículos tenía que ser desmontado y depurado con gasolina ordinaria después de cada carrera para evitar así que se desgastase.
Actualmente, la Fórmula 1 busca innovar creando motores que prioricen su durabilidad y fiabilidad. Para eso, cada escudería desarrolla su propio combustible incluyendo aditivos que mantengan limpias las partes móviles del motor, para así alargar y mejorar la calidad de su vida.