Pequeña y frágil, son cualidades de una niña de 14, pero no las de Ashima Shiraishi que con tan solo 14 años gana el piolet de oro, destinado a premiar al mejor escalador del mundo.
Nacida en Nueva York, de origen japonés, Ashima Shiraishi es una niña de quince años, a la que desde bien pequeña le apasiona trepar por las paredes. Sus padres descubrieron que escalar era la gran pasión de su hija desde muy pequeña, con ocho años ganó su primera competición de escalada nacional, indoor. Con nueve ya escalaba boulders (bloques de piedra de no más de 10 metros de altura) de alta dificultad. Con diez empezaron los viajes por todo el planeta en busca de más y más grado, compaginados con sus estudios en el colegio y sus tres horas diarias en un rocódromo de Nueva York. Acompañada siempre de su padre, un japonés músico y artista que emigró a Nueva York en los años 70, Ashima es la gran estrella de la escalada mundial, pero no tiene agente, ni apenas marcas patrocinadoras. Su madre le cose la ropa con la que trepa y entrena, su padre la peina antes de cada competición.
Obe Carrion su entrenador privado dice que “cuando Ashima está subiendo no es una niña. Se comporta como un escalador profesional. Esta muy concentrada y pone lo que hemos bautizado como cara de piedra que es la que usa durante las competiciones”. Allí, su mayor rival es Brooke Raboutou hija de los ex campeones de escalada Robyn Erbesfield-Raboutou y Didier Raboutou.
Por el momento, Ashima sólo practica la modalidad de escalada denominada deportiva, es decir, en recintos indoor o zonas de escalada equipados para poder progresar con una cuerda de forma segura. Ni ella ni sus padres piensan, de momento, en las grandes paredes como El Capitán, en Yosemite. “No me gusta el frío ni la nieve”, explica en una entrevista al New Yorker, que le ha dedicado un extenso artículo. La vista la tiene puesta en una medalla olímpica. Uno de los deportes que suena más fuerte para ser incluido en el programa de los Juegos de Tokio 2020 es precisamente éste, la escalada deportiva. Y allí, con apenas 20 años y en la tierra de sus padres, Ashima quiere alcanzar su sueño.
Mira aquí un video de esta asombrosa niña.